Introducción a la gestión del color en la impresión
La gestión del color en la impresión no es una simple cuestión de realizar un ajuste de software; es un método, un proceso diseñado para garantizar que la reproducción del color sea lo más precisa posible. Desde la pantalla calibrada del diseñador hasta la hoja de prensa final, su función principal es garantizar que el lenguaje del color sea comprensible. Como habilidad técnica, es la reproducción más fiel posible del color deseado en la medida en que es posible ocultar las ligeras variaciones de los dispositivos, materiales y tecnologías utilizados en la producción de estímulos visuales impresos.
Por qué la gestión del color es crucial en la impresión
La reproducción de los colores es un proceso muy complicado en el mundo. Todos y cada uno de los dispositivos que se utilizan en el flujo de trabajo de impresión -monitores, escáneres, impresoras de pruebas, prensas digitales, prensas convencionales- ven y reproducen el color a su manera. Los monitores emiten luz utilizando el espacio de color rgb (rojo, verde, azul), mientras que las prensas de impresión depositan tintas que suelen ser diferentes cmyk (cian, magenta, amarillo, negro) en soportes de impresión que reflejan la luz. Si a esto le añadimos una variedad de tintas diferentes, papel con diferente punto blanco y absorbencia, y condiciones de visualización, tenemos una receta para la confusión sin un sistema de control. Esta variabilidad no es sólo técnica, sino también en la calidad y eficacia del producto final tal y como lo perciben los usuarios finales.
Pasar por alto este aspecto es como navegar en el océano sin carta de navegación ni brújula. Los efectos son los siguientes: la fluctuación de los colores de la marca afecta negativamente a las imágenes de marca establecidas, los envases de los productos no cumplen la norma esperada y los conceptos artísticos se distorsionan. Disponer de un buen sistema de gestión del color no es un lujo; es una necesidad para cualquier imprenta que quiera ofrecer servicios de calidad, eficientes y satisfactorios a sus clientes. Hace que el color deje de ser una molestia y un asunto costoso para convertirse en un factor manejable que ayuda a reducir el tiempo de puesta a punto, minimizar los residuos y proteger la marca del cliente, así como la reputación del impresor.

Las cuatro C de la gestión del color
En el centro de una gestión eficaz del color se encuentra un marco de trabajo a menudo denominado las "Cuatro C": Calibración, Caracterización, Conversión y Control. Comprender y aplicar cada una de estas etapas es esencial para recorrer el camino hacia unos resultados de impresión predecibles y de alta calidad.
Calibración
La calibración es el primer paso, el proceso de ajustar un dispositivo de visualización, ya sea un monitor, una cámara de pruebas, cámaras digitales o una imprenta, a un estado conocido, estable y coherente. De hecho, la calibración no garantiza la coherencia del color con otros dispositivos, pero sí elimina cualquier incoherencia o cambio interno del dispositivo. Esto implica cambiar los parámetros de hardware, como el brillo del monitor, el contraste, el punto blanco, la linealidad de la prensa y los límites de densidad de la tinta, utilizando los instrumentos adecuados para garantizar que el dispositivo se comporta de forma predecible y coherente día tras día. Sin esta base estable, cualquier acción posterior se vuelve impredecible.
Caracterización
Una vez que el dispositivo está configurado y funciona correctamente, el siguiente proceso es la caracterización. Se trata del proceso de cuantificar y definir con precisión cómo ese dispositivo concreto, calibrado, reproduce el color en determinadas condiciones (por ejemplo, una determinada prensa que utiliza tintas y papel específicos). Implica el uso de una carta estándar de manchas de color (un objetivo) que se imprime o visualiza y, a continuación, las manchas de color se miden cuidadosamente con un espectrofotómetro. Estos datos de medición se introducen en un software especializado para crear un perfil de color ICC, que es un perfil de color del Consorcio Internacional del Color. Este perfil es una especie de "huella dactilar" o descripción digital de las características de color del dispositivo: su gama cromática, o la gama de colores que puede reproducir, y su comportamiento específico en la reproducción del color. Este perfil se convierte en la clave para comprender y realizar la traducción del color con precisión.
Conversión
Es en la conversión donde mejor se aprovecha la fuerza de los perfiles ICC. Se trata de la conversión de datos de color de un espacio de trabajo a otro, pasando de un espacio de color a otro. Esto se controla mediante un módulo de gestión del color (MMC), normalmente en aplicaciones de diseño como Adobe Photoshop o un procesador de imágenes de trama (RIP). El objetivo es mantener la apariencia del color lo más fiel posible, aunque la gama del dispositivo de destino suela ser menor. Los intentos de renderizado (como Perceptual o Relative Colorimetric) son diferentes enfoques que se utilizan durante la conversión del espacio de color para tratar los colores fuera de la gama, haciendo hincapié en la similitud de los colores percibidos o en la reproducción exacta de los colores siempre que sea posible.
Controlar
El control del color es el proceso de comprobar el color en cada fase del proceso para garantizar que el sistema de gestión del color sigue funcionando como debería después de algún tiempo. Su función principal es garantizar que el color es constante a lo largo del tiempo, asegurando que se consigue el color deseado en cada tirada posterior y en cada dispositivo. Esto incluye disponer de procedimientos operativos estándar para comprobar y abordar cualquier cambio de color que pueda producirse debido a factores como diferencias en los lotes de tinta, cambios en el tipo de papel o deriva del equipo. Esto ayuda a mantener la estabilidad del color y la calidad del producto final, así como a evitar cualquier cambio inesperado en el color.
Calibrado y perfilado de máquinas para obtener resultados precisos
Perfiles de diferentes tecnologías de impresión
Las distintas tecnologías de impresión reproducen el color de manera diferente. La litografía offset se ve influida por la ganancia de punto, la flexografía por el estiramiento de la plancha y el anilox, la impresión digital por su propia forma de reproducción y el huecograbado por la saturación profunda. De ahí que los perfiles CMYK genéricos sean insuficientes. Para obtener información precisa sobre el color, es necesario utilizar los perfiles ICC que describen la prensa, la tinta, el sustrato y los parámetros de impresión de cada tecnología. Estos perfiles detallados revelan el verdadero comportamiento del color de cada método de impresión y permiten lograr la mejor reproducción digital de la imagen para las características específicas de la tecnología seleccionada.
Uso de herramientas y software de calibración
La calibración y creación de perfiles de distintos dispositivos de salida se basa en espectrofotómetros que miden la reflectancia espectral de los parches de color impresos. Estos datos de color se procesan mediante software de creación de perfiles ICC, que modelan matemáticamente el comportamiento del color del dispositivo. El flujo de trabajo de color implica calibrar el dispositivo hasta un estado estable, imprimir un objetivo de color estandarizado en condiciones específicas, medir con precisión el objetivo con un espectrofotómetro, generar el perfil ICC y, a continuación, implementarlo en el flujo de trabajo de impresión. Este enfoque sistemático garantiza una traducción precisa del color para el resultado final impreso, desde los dispositivos de entrada hasta la pieza final impresa.

Importancia de la calibración periódica
Es importante comprender que todos los dispositivos del flujo de trabajo de gestión del color son capaces de variar su rendimiento. Con el paso del tiempo y el uso frecuente de los componentes, éstos se deterioran y su rendimiento cromático puede variar ligeramente. Además, las condiciones ambientales también influyen; los cambios de temperatura y humedad afectan al dispositivo. Se puede observar que incluso ligeras diferencias en los lotes de consumibles, por ejemplo, tinta y papel, pueden provocar cambios en la gama cromática. Por tanto, la calibración y la validación no son actividades puntuales, sino procesos continuos para hacer frente a estos cambios y garantizar la correcta reproducción del color.
Garantizar la consistencia del color en la impresión flexográfica con KETE
La flexografía es un método común de impresión utilizado en envases debido a su compatibilidad con una amplia variedad de sustratos y tintas, pero tiene sus propias peculiaridades en términos de gestión del color. Estos retos son bien gestionados por empresas expertas en color como KETE, que se ocupa de maquinaria flexográfica y de envasado; los avances en el diseño y la tecnología de las máquinas ayudan a mantener la consistencia del color cuando se utilizan junto con una gestión del color adecuada. Nuestras máquinas son rápidas, con velocidades de hasta 250 m/min o incluso 500 m/min en algunos de los modelos, y características como los servoaccionamientos y los sistemas de registro automático hacen que la plataforma de impresión sea más estable y repetible. Al proporcionar una mecánica fiable y soportar varios dispositivos, los equipos de KETE permiten la calibración y el perfilado para ofrecer una salida de color consistente de una tirada a otra, lo que es beneficioso para la gestión global del color en el exigente proceso flexográfico.
Póngase en contacto con nosotros:
- Dirección: Planta 20, Edificio Xinchao, Calle Anyang, Ciudad de Ruian, Ciudad de Wenzhou, Provincia de Zhejiang, China 325200
- Teléfono: +86-577-66873227 / 66689036 / 66689037
- WhatsApp / WeChat: +86-18806770163
- Correo electrónico: sales@ketegroup.com

Los peligros de descuidar la gestión del color
Reproducción incoherente del color en todas las tiradas
El efecto más evidente y fácilmente reconocible de no practicar la gestión del color es el cambio y la diferencia de color. Un trabajo que se imprime de nuevo después de semanas o meses o en una impresora cmyk diferente en la misma planta puede mostrar un cambio de color. Los colores de la marca, que son los componentes críticos de la identidad corporativa, pueden cambiar y tener un aspecto diferente en distintos materiales de marketing o versiones de envases. Esta falta de repetibilidad socava la coherencia de la marca, crea confusión entre los clientes y demuestra que el impresor carece de organización y gestión.
Resultados impredecibles y materiales desperdiciados
Cuando no se utiliza la gestión del color, resulta muy difícil adivinar el color final de salida de la imagen. Los impresores realizan múltiples pasadas en la prensa, cambiando densidades o curvas de tinta en un esfuerzo por lograr una coincidencia con una prueba o muestra. Este enfoque "adivinatorio" no es eficiente ni eficaz en absoluto, ya que conduce al despilfarro de recursos. Cada vez que se hace sin éxito, se pierde tiempo en la máquina de imprimir, tinta, sustratos y pueden ser necesarias nuevas planchas. Estos residuos se acumulan y aumentan enormemente los costes de producción y también la carga sobre el medio ambiente. Además, la imprevisibilidad del trabajo da lugar a precios imprevisibles, lo que complica la elaboración de presupuestos y añade incertidumbre a la programación de la producción, que puede causar retrasos.
Clientes insatisfechos y daños a la reputación de la marca
Si las variaciones de color son incoherentes, imprevisibles o no cumplen las pruebas aprobadas o los estándares de la marca, los clientes no estarán contentos. Un cliente que tiene una marca que se ha desarrollado e impreso con una calidad de color deficiente no volverá. Es bien sabido que en el sector se corre la voz con rapidez y una vez que te etiquetan como un color poco fiable, no es fácil cambiar esa percepción. Crear confianza es un proceso lento y constante y, por otro lado, no hace falta mucho esfuerzo para destruir la confianza y esto es lo que ocurre cuando no se presta la debida atención a la gestión del color; el impresor puede perder algunos de sus principales clientes y su reputación en el mercado está en juego.
Aumento de los costes por reprocesado y errores
Las consecuencias de una mala gestión del color no acaban en la pérdida de materiales. El reposicionamiento de trabajos también genera costes adicionales en operaciones de preimpresión, confección de planchas, preparación de rotativas y tiradas. Las disputas sobre el color consumen mucho tiempo a la dirección y al servicio de atención al cliente. La entrega urgente puede ser necesaria para cumplir los plazos de entrega iniciales después de que los problemas de color hayan ralentizado el proceso. El impacto combinado es un mayor coste real de producción y un menor nivel de rentabilidad. Son costes que no se ven fácilmente y, por tanto, no siempre se tienen en cuenta, y pueden ser el factor determinante entre una empresa rentable y otra que apenas lo consigue.
Tipo de costes adicionales | Explicación detallada |
Costes adicionales de preimpresión | Reprocesamiento de archivos; correcciones y ajustes de color adicionales. |
Costes adicionales de fabricación de planchas | Rehacer las planchas de impresión debido a problemas de color. |
Costes adicionales de preparación de la prensa | Tiempo adicional de preparación y ajuste en la imprenta para los intentos de corrección del color. |
Costes de explotación adicionales | Hacer funcionar la prensa más veces; consumir más tinta, papel y electricidad. |
Gestión y atención al cliente Tiempo Costes | Tiempo dedicado por la dirección y el servicio de atención al cliente a gestionar las quejas y la comunicación sobre los colores. |
Gastos de envío urgente | Pagar más por un envío más rápido para compensar los retrasos relacionados con el color. |
Conclusión
En el competitivo entorno actual de la impresión, la gestión del color no es un lujo ni un requisito sólo para proyectos a gran escala; es un requisito para la supervivencia de las empresas. Es la base para conseguir una salida de color consistente, fiable y datos de color precisos en diferentes dispositivos y procesos. Aplicar Calibración, Caracterización, Conversión y Control convierte el color en un activo controlado, aumenta la eficacia, reduce los residuos, garantiza la satisfacción del cliente y protege la rentabilidad y la reputación en el camino hacia el color perfecto.